Pues parece que al final sí había dinero para abonar a la plantilla los atrasos debidos y también la obligada subida salarial. Las «especiales dificultades económico-financieras y presupuestarias» por las que atravesaba la FTR hace apenas unas semanas, según su primer borrador, se han esfumado cuando se ha instado a la empresa a acreditarlo. Qué curioso. Aunque la actualización de salarios es mínima la acogemos con cierto alivio, pues compensa algo de la pérdida de poder adquisitivo que sufre el colectivo.
En un medido comunicado de la Dirección General sobre la nueva estructura organizativa del teatro, se ha pretendido silenciar la partida de la Secretaria General, ocultándola entre otro montón de información nunca antes ofrecida. Buen intento, pero no cuela. Este es un tema recurrente que señalaremos todas las veces que sea necesario: el cargo de confianza del Sr. Director General tiene un recorrido muy corto. Ahora sale María y entra Carmen, séptima en ocupar el cargo en estos 10 años de la época Belenguer. Creemos que el tema mosquea bastante, pero será porque somos muy mal pensad@s
Al final y de un modo inesperado se han resuelto para bien las maniobras de intento de control sobre el Comité. Es una buena noticia para todo el colectivo, aunque no tanto para la empresa.
En la asamblea abierta de hace unos días se decidió no denunciar ahora el convenio sectorial madrileño, desde CGT seguiremos trabajando junto a todo el gremio en una plataforma que se ajuste a las necesidades de quienes desarrollamos las profesiones escénicas.
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