Tras revisar los datos de las votaciones y haber verificado irregularidades, continuamos
adelante con la denuncia del acuerdo del pasado mes de marzo, donde reclamaremos
abuso por cómo fue expuesta la «negociación», el proceso de votaciones, y las partes
contrarias a derecho que contiene el texto. Puede que la empresa se esté moviendo algo
para mejorar el acuerdo, aunque no parece que haya asimilado lo que supondría que los
tribunales den la razón a nuestros argumentos, con todas sus implicaciones.
En la votación que ahora se plantea poco tenemos que decir, para nosotr@s está claro
que nuestros días de libranza no pueden formar parte de la jornada de trabajo por decreto
de la empresa. Y nos gusta mucho nuestra profesión, pero no hasta ese punto. En
cualquier caso, este aspecto también queda sujeto a interpretación en el nuevo texto, al
igual que en el anterior.
Sobre la cesión de las vacaciones por parte del personal, desde el primer momento
manifestamos nuestra oposición, por entender que son un derecho irrenunciable. Algunas
de las personas que han cedido tiempo han manifestado que se sintieron coaccionadas
por el modo en que les fue formulada la renuncia. Es algo que la Inspección de trabajo se
encargará de aclarar, ya que tampoco en esto ha habido forma de llegar a entendimiento
con la empresa. Aprovechamos para llamar a la responsabilidad individual a la hora de
hacer valer nuestros derechos; ya sabemos que hay personal más desprotegido por su
tipo de contrato, pero renunciar a condiciones laborales cuando tenemos capacidad de
reclamar su cumplimiento solo beneficia a la empresa, y fomenta que no se ponga coto a
esos cargos intermedios que siempre están por la labor de exprimirnos un poquito más.