Los meses de verano se presentan desoladores para el empleo. La crisis de la COVID 19 ha supuesto un enorme shock, incluso para la temporada de verano, que concentra los meses donde se generan mayor empleo vinculado con el sector turístico y hostelería. Los datos mensuales publicado hoy 2 de julio por el Ministerio revelan la gravedad y la dura repercusión de esta crisis.
El paro registrado aumenta en el mes de junio en 5.107 personas. Si bien los datos reflejan una ralentización en el ritmo de destrucción de empleo en comparación con los meses anteriores, lo cierto es que sigue aumentando el número de parados y la situación es realmente preocupante.
Si nos fijamos en los datos del mismo mes, pero del año anterior, en mayo se registró un 25,7% y en junio un 28% más de personas paradas. A día 30 de junio el total de personas paradas inscritas en las oficinas del SEPE ascienden a 3.862.883.
Gráfico 1: Paro registrado 2019 y 2020
Fuente: elaboración propia a partir de los datos del SEPE
Si atendemos a los datos sectoriales, es la agricultura el sector más perjudicado, registrando 25.342 personas más al paro motivado por el final de la campaña de la fruta (concentrándose más del 70% en Andalucía), mientras que en el resto de sectores se ha creado empleo en este escenario de “nueva realidad o normalidad”. En servicios hay 27.319 personas desempleadas menos, 15.927 en la construcción y 7.770 en la industria.
La situación sigue siendo preocupante y el daño de esta crisis sigue haciendo estragos. A pesar de la ralentización en la destrucción de empleo y cierta reducción del paro en la mayor parte de los sectores, las cifras muestran que hay859.988 trabajadores afiliados menos desde el 12 de marzo al 30 de junio.
Cabe resaltar que la evolución es muy diferente si lo comparamos entre hombres y mujeres, ya que éstas registran 24.240 de paradas más en el mes de junio, mientras que los hombre registran una reducción de 19.133 de parados.
En relación al tipo de contratos que se crean, desgraciadamente sigue siendo protagonista el empleo precario y temporal. Solo el 9,9% de los contrataos que se crearon en junio eran definidos (58% son a tiempo completo y el 42% a tiempo parcial).
Respecto al resto de tipos de contrato, del total de 1.159.602 contratos firmados en el mes de junio de 2020, son 4.947 de carácter formativo y 1.040.262 temporales, es decir, el 90% de los contratos tienen una duración temporal.
Por otro lado, es importante tener en cuenta la evolución de los ERTE. Según los datos del ministerio, en el mes de junio 1,17 millones de personas han dejado de estar sujetos a ERTE, aun quedando 1.830.664 personas bajo esta situación.
En definitiva, lo que vemos es que el mes de junio, un mes tradicionalmente bueno para la creación de puestos de trabajo, sigue estando tocado por la crisis de la COVID. Es cierto que existe una ralentización de la destrucción de empleo en comparación de meses anteriores, pero sin embargo la situación no es del todo alentadora. Los datos vienen determinados por un efecto estacional marcado por la época estival y por la reactivación hacia la “nueva normalidad”, no suponen una salida definitiva a esta grave crisis. Son más un espejismo, aun suponiendo un balón de oxígeno para muchos trabajadores y trabajadoras, que sigue dejando el mercado laboral expuesto a fuertes amenazas -como el cierre de fábricas industriales, la transformación de los ERTE en ERE, a nuevos rebrotes y paralización de la actividad- y al final de los meses de verano.
Seguiremos atentos a la evolución de estos datos y a la próxima EPA de II trimestre de 2020 que saldrá a finales de este mes de julio.