La Confederación General del Trabajo (CGT) ha emitido un comunicado en el que deja claro que tomará medidas legales ante el espionaje ilegal y la persecución sindical al que fueron sometidos dos trabajadores y delegados de CGT de la empresa Iberdrola Grupo, por parte del comisario del Cuerpo Nacional de Policía José Manuel Villarejo y por defender los derechos de los trabajadores y las trabajadoras en la empresa.
La organización anarcosindicalista ha recalcado que ambos trabajadores realizaron su labor sindical de manera totalmente honesta y transparente, por eso se convirtieron en elementos incómodos para la empresa, ya que ninguno antepuso los intereses de Iberdrola a los del resto de la plantilla. La empresa, por su parte, no dejó de acosarles con medidas que buscaban el cambio de actitud de los sindicalistas, consistentes en discriminaciones promocionales y salariales muy cuantiosas, amenazas de despido o intentos de traslado con pérdida de categoría profesional.
CGT considera inaceptable y antidemocrático la actividad ilegal a la que se dedicaba el señor Villarejo como comisario de la Policía Nacional, sirviendo a los intereses de las cloacas del Estado y de las de empresas y empresarios sin ningún tipo de pudor. Además, recalca el sindicato, el espionaje ilegal también se extendió a la familia de ambos sindicalistas, quienes sufrieron durante años un intenso hostigamiento que terminaron afectándoles en su día a día.
CGT manifiesta que estas actuaciones constituyen un clarísimo ataque a los derechos constitucionales más elementales de los dos compañeros, trabajadores de Cofrentes, así como un ataque a la libertad sindical de la Sección de CGT en Iberdrola Grupo. Esta conducta antisindical ha ido acompañada de exclusión de CGT de la Comisión Negociadora del Convenio y la retirada de medios sindicales para realizar su labor, motivo por el que la CGT ya había demandado a la empresa ante la Audiencia Nacional por entender que se estaba vulnerando su derecho a la negociación colectiva.