La Plataforma Urgencias y Emergencias en Lucha exige a la Consejería de Sanidad de Madrid más personal y más presupuesto para poner fin al deterioro de la sanidad pública de la región, que ha perdido más de 3.000 camas hospitalarias desde que comenzaron los recortes sociales.
La Plataforma Urgencias y Emergencias en Lucha ha registrado este jueves en la Consejería de Sanidad de Madrid más de 51.000 firmas para denunciar los continuos colapsos de las urgencias de la mayoría de los hospitales madrileños y para exigir medidas que pongan fin al deterioro de la sanidad pública de la región.
Trabajadores de los servicios de urgencias de varios hospitales de la Comunidad de Madrid, junto a algunos usuarios y trabajadores de los servicios de emergencias del Suma y teleoperadores del teléfono de emergencias del 061 se han concentrado frente a la Consejería para denunciar también el cierre de camas hospitalarias y los efectos de los recortes en sanidad acometidos durante la crisis, así como la “privatización” no sólo del modelo de gestión de los hospitales, sino también de otros servicios esenciales para la atención a pacientes.
«Nuestro problema no se llama invierno ni se llama gripe, se llama privatización»
Guillén del Barrio, uno de los portavoces de la plataforma, enfermero en las urgencias del Hospital Universitario La Paz y delegado del sindicato MATS ha explicado que, en los últimos seis años, la sanidad pública madrileña “ha perdido 3.100 camas hospitalarias”. “No estamos protestando para pedir refuerzos en las urgencias ni para pedir trabajar menos. Nuestro problema no se llama invierno ni se llama gripe, se llama privatización. Claro que necesitamos refuerzos, pero tampoco tenemos camas en planta para ingresar a los pacientes que atendemos”, ha criticado.
Inmaculada, una trabajadora de las urgencias del Hospital Puerta de Hierro, ha denunciado la situación crítica en su centro de trabajo. “Pasa en el mío y en casi todos los hospitales. Estamos desbordados, tenemos a pacientes en los pasillos, no están atendidos correctamente. Los profesionales estamos machacados por el esfuerzo y por la falta de personal y medios. No hay quien atienda bien en estas condiciones”, ha destacado esta profesional sanitaria, que niega que se trate de algo estacional. “Pasa todos los años, por eso pedimos a la Consejería que tome medidas reales de una vez”, ha demandado.
Entre los problemas que llevan al reiterado colapso de las urgencias hospitalarias, Del Barrio ha enumerado la falta de recursos en la atención primaria de los centros de salud, algo que se verá agravado si, como pretende la Consejería, los ambulatorios cierran a las 18.00 horas. “Los médicos de familia tienen una media de cuatro minutos para atender a cada paciente. Eso hace que muchos no sean atendidos correctamente y acaben acudiendo a las urgencias de los hospitales provocando una saturación evitable”, ha señalado. También ha lamentado que las condiciones de trabajo de los médicos de urgencias de la atención primaria son “tan precarias” que es “cada vez más difícil encontrar médicos para estos puestos”.
Por otra parte, ha denunciado Del Barrio, “los teleoperadores que trabajan en el 061 atendiendo llamadas de urgencias sanitaria tienen el convenio del telemarketing”, con una condiciones de precariedad y bajos salarios. “Los que trabajan en el traslado de pacientes y atienden en ambulancias básicas cobran 800 euros, con contratos de prácticas, y los despiden a los dos años para no tener que hacerlos indefinidos”, ha señalado Del Barrio.
Por su parte, los trabajadores del servicio de transporte sanitario urgente, encargados de llevar a pacientes con una situación clínica urgente, que implica riesgo vital o daño irreparable para la salud, han denunciado la falta de personal para una flota de 96 vehículos y sobrecarga de trabajo. Según ha explicado José María Portillo, presidente del comité de la empresa subcontratada del Suma, los pliegos de condiciones para la contratación son “low cost”, una situación que llevan varios años denunciando y que, pese a las promesas de la Consejería, nunca se han mejorado. “Ya estamos cansados de ver a la gente padecer y de tener que esperar a que llegue otro compañero para hacer el traslado urgente al hospital porque muchos vehículos no cuentan con el personal necesario para hacer el traslado. No se puede seguir así. Muchos atendidos van solos en la ambulancia”, ha explicado.
«Por todas estas razones, nuestra lucha no puede ser la de las enfermeras de urgencias ni de los ambulancieros ni de los celadores. Tenemos una sola sanidad pública y tiene muchos enemigos. «La quieren trocear y se la quieren repartir», ha denunciado Del Barrio, quien ha recordado que son 8.000 millones de euros los presupuestados cada año para sanidad y que las empresas privadas, de una u otra forma «ya se han quedado con mil millones». Por eso hace una llamamiento a los usiarios de la sanidad y a los profesionales.»Tenemos una lucha muy fuerte por delante, tenemos una sanidad pública que defender», ha dicho.